Another day in Paradiso.

Otro de los clientes que visitó mi bar era tartamudo.
Cuando iba a los bares se llevaba media hora para pedir la consumición y llegó un momento en el que llegó a desesperar tanto a un camarero que éste sacó una escopeta de detrás de la barra y le reventó la cabeza, ni por esas perdió la tartaja.
No pudo cruzar ninguna de las puertas porque era imposible entender lo que decía, así que ni fue al infierno ni al puto cielo, pero sobre su oscuridad divisó la luz rosa de neón que le llevó al tercer paraíso, jeje.
Aquí no desespera a nadie porque nos reunimos en esta tasca todas las personas que tenemos una "tara" para vivir en esta sociedad. Los marginados, los criticados, los de vida desencaminada. Dios los cría y ellos se juntan, y las cucarachas se hicieron una piña provocando la envidia a los demás animales.
Si eres capaz de sentirte identificado mientras lees esto estás perdido amigo, eres uno de los nuestros mas no te asustes porque si en tu momento final no divisas la luz del túnel sino un resplandor rosado corre libre, libérate de toda tu carga, de todos tus temores, de todos tus complejos porque has llegado al lugar indicado para todas aquellas almas castigadas en este mundo, el lugar donde no existen las explicaciones, olvídate de las preguntas que te has hecho a lo largo de tu vida y que jamás obtuvieron respuesta y bebe la sangre de Cristo, cura tus pecados con torrentes de alcohol.