Tardó mucho en irse, como si realmente le costara despedirse de todo aquello que hace tiempo dejó atrás. Toda una vida que de un momento a otro da un giro y acabas en la punta del mundo para no volver en 10 años. Pero un día vuelves. Regresas a la calle que te vio jugar, crecer, la calle de la que una vez te fuiste y ahora tienes que hacerlo otra vez.
El coche se alejaba muy lentamente, parecía que de un momento a otro iba a pararse pero siguió adelante.
Era una calle como la de cualquier pueblucho y sin embargo, para alguna persona volver a pasar por ella o no volver a hacerlo puede significar mucho.
Queremos crear historias impresionantes que cambien el mundo y, sin embargo, no nos damos cuenta de que esas historias se crean con las cosas que nos toca vivir.
Bravíssimo.
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