El Isabella Paradiso no tiene un lugar, ni tampoco una época. Está abierto desde todos los tiempos, nunca puede estar cerrado para servir a todas las almas que acaban de pasar a un mundo mejor. Allí van a parar las almas que no quieren un descanso o no pueden tenerlo, las almas impuras.
Su dueña (yo) le tiene tanto miedo a la muerte que se comprometió a regentar este antro y servir copas a todos estos desgraciados para no sentir nunca la sensación de echar el último aliento.
Si quieres encontrarlo primero tienes que dejar este mundo y cuando camines por la ardiente autopista antes de cruzar las puertas hacia el infierno verás este humilde bar de copas.
Si deseas sentir un poco esa sensación infernal éste es tu sitio, tu decides: El cielo lleno de viejos o una eternidad jovial y sin descanso.

Muérete y pasa por aquí a tomarte una copa ;)

Bienvenido al Isabella Paradiso.

Isabella Manifesto.

Me encanta la gente fea que, por el hecho de leer el Vogue o el Cosmopolitan te miran por encima del hombro. Cariño, por mucha gimnasia facial que hagas ya que se ha puesto de moda, ese estropicio de la naturaleza no hay un Dios que lo arregle.

2 comentarios:

  1. Alomejor leyendo el vogue o el cosmopolitan regalan un cupón descuento para un cirujano plástico, así es la única manera de arreglar un poco esos estropicios, pero solo un poco XD

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  2. ¿Y no sería más barato una máscara? xD

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